domingo, 22 de mayo de 2011

Disfrutar del tiempo

    Me sumerjo en el verano para empaparme de él, hasta que los días sean cortos de nuevo.

                                                              SALUD

El sentido de la vida -Monty Pythons-

martes, 10 de mayo de 2011

Reflejo

Según iba caminando
por los adoquines llenos
de charcos, mi reflejo
adoptaba las formas
más inverosímiles.

Las ondas que mis pies creaban en el agua distorsionaban la imagen, que a cada paso se envolvía sobre si misma, desvelando expresiones 
y fijándolas de inmediato.


Según iba caminando
las imágenes creadas por
las ondas, quedaban atrapadas en el interior del charco donde se habían creado, dejándome una extraña
sensación de ligereza de lo más gratificante.

En el último charco que me encontré, ya no se veía mi reflejo, las ondas
se movían con toda libertad desde el centro a los extremos.

domingo, 8 de mayo de 2011

La altura de las circunstancias

Protagonístas:

- El administrador: Hombre de avanzada edad, con gran paciencia y dotado de un indudable don de gentes, amigo del diálogo, que no escatima esfuerzos a la hora de llegar a acuerdos positivos para todos.
-La hija: Mujer de mediana edad y carácter tranquilo, con gran capacidad para amoldarse a las circunstancias.
-La vecina: Mujer madura y ruda, con escasa capacidad para el diálogo y un rico vocabulario soez, que no duda en emplear en todo momento.

Prólogo:

Años de ardua labor, en las que el administrador hace funciones de presidente conciliador de la pequeña comunidad de vecinos, llevan a un estado de frustración al paciente hombre, incapaz de hacer razonar a la vecina del 1º. Encontrándose en situaciones propias de un guión de Almodovar, cada vez que tiene que tratar con dicha vecina, su delicado corazón sufre las consecuencias.

Primer acto:

La llegada a casa de su padre al borde del colapso, pone en pie de guerra a la hija de este, que, aunque tranquila, goza de una mala leche excepcional. Decidida a acabar con el atropello al que su padre se ve sometido a causa de la viperina lengua de la vecina del 1º, pide a su progenitor que le explique el tema a tratar para hacerse cargo de él. Dudando de que lo consiga, el hombre le cuenta que se trata de una factura, de las muchas que debe la susodicha, que se tiene que abonar a los operarios que hicieron el arreglo y que esta se niega a pagar.

Segundo acto:

Factura en mano, la hija, llama a la puerta de la vecina del 1º.  Como no puede ser de otra manera, esta abre haciendo gala de su inagotable verborrea y su capacidad para comunicarse mediante el grito.  Sin despeinarse siquiera, la hija avanza dos pasos, se sitúa cara con cara con la acalorada vecina y comienza ha dirigirse a ella en el mismo tono y vocabulario que esta, haciendo uso de se gran habilidad para amoldarse a las circunstancias. Después de cinco minutos de sonoros chillidos y descalificaciones, la vecina parece reaccionar, y baja el volumen de la voz atendiendo las explicaciones de la hija y llegando a un eventual acuerdo, del que esta, no se fía demasiado.

Tercer acto:

Pasadas dos horas de la agradable conversación mantenida entre las dos mujeres, la vecina llama al timbre de la puerta, y la hija la recibe. Un cambio claramente perceptible en el tono, volumen y contenido de las palabras de la vecina, llevan a un compromiso de esta para abonar sus facturas y mensualidades pendientes, concretando fecha para el día siguiente.

Acto final:

Al siguiente día, el administrador comprueba que la vecina del 1º ha abonado todas las cuentas pendientes con la comunidad. Felicita a su hija por la buena resolución del conflicto, sin preguntar como consiguió que razonara tan ruda mujer. La hija se limitó a decirle que con la vecina del 1º, desde ahora, trataría ella.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Sobrevivir en la jungla.

No sería fácil llegar, pero sentía la llamada con tanta intensidad, que preferí enfrentarme al gran reto. A la distancia que me encontraba de mi destino, no me cabía duda de que los obstáculos serían numerosos. Fui sorteándolos uno a uno hasta conseguir situarme en el camino adecuado, a rebosar de las más variadas especies animales. Ya estaba cerca y ninguna fiera o alimaña me haría retroceder. Con gran determinación llegué a mi destino, aunque aún me quedaba adentrarme en la espesura. Una oscura niebla impedía ver con claridad pero, con todos mis sentidos alerta, logré cruzar el farragoso pantano. Todavía tenía que desenvolverme en la apestosa ciénaga para concluir mi viaje de ida. Intentando respirar lo menos posible y manteniendo el equilibrio al fin logré mi cometido. Me tomé unos segundos para descansar aunque el fétido olor era repulsivo y emprendí el regreso, más aliviada al haber conseguido mi propósito. La vuelta fue menos accidentada, pues había memorizado donde se encontraban los peores obstáculos.
Cuando llegué al lugar de partida, mis amigos ya se marchaban del bar. Había tardado cuarenta minutos en ir a mear.

lunes, 2 de mayo de 2011

Atrapada

Pararon a repostar en una gasolinera en mitad de la autopista y aprovecharon para tomar algo en el pequeño bar. Era ya noche cerrada y aún les quedaba un largo trecho para llegar a su destino. La familia estaba al completo, padres y tres hijos, la formaban. Cuando hicieron la pausa en el viaje, la pequeña de los hermanos dormía plácidamente y prefirió quedarse en el coche que entrar en el local.

Dio dos o tres vueltas tratando de coger postura, pero nada, ya se había desvelado y por más que lo intentó no cogió de nuevo el sueño. Se quedó unos instantes mirando el techo y decidió entrar al bar.

Bajó del coche y se estiró mientras giraba sobre si misma reconociendo el terreno. Frente a ella estaba la estación de servicio y a su derecha había una caseta que parecían los lavabos. Se dirigió a ellos para mojarse la cara antes de tomar algo. Cuanto más caminaba más lejanos parecían. Al llegar hasta ellos tenía la impresión de haber caminado mucho tiempo y se volvió a mirar la distancia que había recorrido, que parecía más corta. Le pareció extraño, pero como se acababa de despertar no le dio más importancia, y lo achacó a su cansancio.

Había dos puertas,  ninguna tenía cartel y optó por entrar en la de la izquierda. Estaba oscuro y la luz del exterior no dejaba ver con claridad. Revisaba la pared buscando el interruptor, cuando las luces se encendieron solas. Era una sala alargada en la que sólo se veía una puerta al fondo, ni espejos, ni lavabo. Se apresuró a entrar por ella, pues con el frío de la noche le habían entrado ganas de orinar. Al traspasarla, esta se cerró tras ella. Otro espacio tan desierto como el anterior, que tan sólo contaba con una pequeña ventana, similar a un ojo de buey. Forcejeó con la puerta intentando abrirla y no fue capaz. Empezaba a inquietarse y miró por el ventanuco buscando otra manera de salir. Parecía un conducto de ventilación, pues entraba aire fresco por él, pero no veía la salida. La situación estaba acabando con su paciencia y comenzó a gritar pidiendo auxilio. Pasados veinte minutos sin respuesta, decidió meterse por el tubo e intentar salir por su cuenta.

Ya llevaba largo tiempo reptando por el interior del tubo, cuando se iluminó la estancia. Se sorprendió al ver que este era transparente y dejaba al descubierto un enorme espacio lleno del largos cilindros cristalinos, como si fuera un hormiguero gigante. No entendía donde narices se había metido, pero retroceder era complicado por la estrechez del tubo, que le obligaba a arrastrarse con dificultad. Se volteó como pudo para inspeccionar lo que había recorrido y sólo veía oscuridad, negra y fría. Sintió un tremendo pavor, pues parecía que esa oscuridad se acercaba a ella.  Reptaba sin descanso con la esperanza de salir de allí.
Por el cilindro que se encontraba bajo ella, vio pasar a otra persona arrastrándose a toda velocidad y tras ella una negra sombra se deslizaba por el tubo. Volvió la mirada y entonces lo comprendió, esa oscuridad la perseguía y su miedo estaba justificado. Presa del pánico empezó a avanzar más rápido, sus pulmones al borde de la extenuación y su pulso a todo ritmo. No podía ni pensar cuando sintió un frío intenso en los pies y se dio cuenta de que la sombra la había alcanzado, mareada por la tensión los músculos se aflojaron y unas manos le tocaron la cabeza.

El movimiento y la voz familiar hizo que despertara. Abrió los ojos y se incorporó de golpe respirando a toda velocidad y con el corazón latiendo desbocado. Antes de que se diera cuenta sus hermanos se instalaron en el coche y este se puso en marcha. Era un sueño...
Se relajó y cerró de nuevo los ojos apoyando la cabeza en el cristal.

Le extrañó no sentir el movimiento del coche y al abrir los ojos de nuevo se percató de que el cristal donde apoyaba la cabeza era el del tubo donde estaba prisionera...

viernes, 29 de abril de 2011

Mascotas

Hacía días que la encontraba
extraña, al regresar del colegio, se encerraba en su habitación. Cuando le preguntaba, su respuesta era siempre la misma, "no me pasa nada", pero yo sabía que algo ocurría.
Pensé que estaría pasando por las cosas típicas de su edad, una riña de amigas, le gustaría algún chico, problemas existenciales...
Me dolía un poco que ya no confiara en mi como antes, pero necesitaba su espacio y yo lo entendía.
Pasada una semana, una tarde la oí hablar en su habitación y acto seguido salir corriendo a la cocina y volver a entrar con mucha prisa. Piqué a la puerta y pregunté si todo iba bien, "si mamá"me contestó bastante agitada al abrir la puerta, y un fuerte olor a humo salió de la habitación.¿Estas fumando? "no". Huele a tabaco, no me mientas hija, confía en mi. Sus ojos pusieron una expresión de tristeza que, por supuesto, me conmovió. Cuéntame, insistí acercándome.
Prométeme que me dejarás quedarme con él, dijo con vocecilla cameladora, ¡por favor!
Acercó su mano y me enseñó un pequeño dragón de nariz humeante. ¡Por favor mamá, le cuidaré muy bien!¡Porfa!

jueves, 28 de abril de 2011

Interacción


        El estallido interior que sentían cuando se miraban,
                                                                            el palpitar acelerado,
                                                                                              el cosquilleo en el estómago.
        Notaban la presión en el pecho y el erizar de su vello,
                                                                la pasión que hacía arder sus cuerpos
                                                                                              y llenaba de imágenes
                                                                                                 y sensaciones los cerebros.
        Nunca le pusieron nombre y jamás supieron el significado de la palabra IMPOSIBLE.

miércoles, 27 de abril de 2011

Liando el ovillo

Era un ovillo de dimensiones muy normales, eso sí, los retorcidos hilos que lo formaban le hacían especial, tanto, como a cualquier ovillo.
Muchos cabos componían el intrincado hilo, todos del mismo color. Débiles por separado, entre todos formaban un fuerte bramante.



No les gustó el conjunto y queriendo acabar con la redonda bola que formaba la madeja, cada uno cogió un cabo y tiró de él. Al principio al unísono, poco a poco, iban deshaciendo la bobina. Empezaron los líos y ya no podían seguir todos a una, forcejearon y discutieron, pero ninguno quería soltar el cabo, por lo que continuaron achicando el ovillo. Con el paso del tiempo los hilos enredaron a los sujetos que se aferraban a ellos, formando una intrincada maraña que los terminó atrapando.

El cadejo, visiblemente más pequeño, todavía conservaba su esférica forma y haciendo un último esfuerzo rompió los cabos justo donde se unían al menguado ovillo. Libre, no dudó en alejarse del embrollo, que al intentar devanar su hilo, apresó a los "liantes".

martes, 26 de abril de 2011

Esclavas

¿Por qué no nos gustamos?
Nuestro aspecto físico,
una losa a la espalda.

Nos empeñamos en ser
muñecas perfectas, en
aparecer ante los demás
radiantes, fiándonos de
estereotipos creados por
modas y retocados con
ordenadores, creyendo
en milagrosas cremas y
gastando un dineral en
ocultar defectos
y maquillar la verdad.
Una distorsión que no
nos deja disfrutar de la belleza de nuestros cuerpos, de las imperfecciones que nos
hacen únicas y que para
nada implican fealdad.
Nos dejamos engañar
por una industria que sólo tiene como objetivo ganar dinero, haciéndonos esclavas de
nuestra vanidad y, en algunos casos, llevando la obsesión a límites peligrosos.

lunes, 25 de abril de 2011

El tren de la vida



Representando mi papel, el que supuestamente elegí 
del baúl de las opciones que tenía,
me pregunto si será el acertado, el indicado para mi.
Si el vagón del tren de esta sociedad,
en la que las normas están tan establecidas y acatadas,
terminará descarrilando cuando decida
que no quiero llegar a la estación con el resto de vagones.

miércoles, 20 de abril de 2011

lunes, 18 de abril de 2011

Humo

Se despertó a causa del olor y vio que entraba humo por debajo de la puerta. No intentó abrirla pensando que el oxígeno del cuarto podría avivar las llamas y decidió salir por la ventana. A pesar de que vivía en un segundo piso, el patio al que daba la ventana estaba cubierto con una uralita que techaba el local del bajo, y la altura no era demasiado grande. Aún así, tenía que tener cuidado de no caer a plomo en el débil material. Se descolgó primero de los brazos para que el espacio hasta el techo fuera lo más corto posible y se dejó caer intentando aterrizar sobre una de las vigas. No se rompió.
Cuando se incorporó, miró hacia la ventana por la que había salido y vio como el humo se escapaba sin control. 
En ese momento, el entorno empezó a oscilar.
Sintió la vibración en sus pies, el patio giraba a su alrededor, la ventana se alejaba a toda velocidad y el edificio entero se alargaba hacia el cielo. Lo que antes era un segundo piso, llegó a la altura de un séptimo y la uralita que había bajo sus pies se desvaneció. Un escalofrío le recorrió el cuerpo.
De pronto, la agitación cesó.
Se dio cuenta de que todo era diferente, el techo en el que antes había aterrizado, era un patio de cemento lleno de plantas. Una pequeña mesa y un cenador completaban el desconcertante cambio. La antes cercana ventana se alzaba a una altura tremenda, mientras el humo, seguía saliendo sin parar. Cuando se acercó a la pared, rebosante de enredaderas y flores, dispuesta a trepar por el grueso tronco de una parra, se dio cuenta de lo diferentes que eran sus manos. Huesudas y llenas de manchas, no parecían las mismas. Se tocó la cara en un acto reflejo y sintió las marcadas arrugas que se dibujaban en ella, trasformando su rostro. Había envejecido tremendamente.
Oyó un ruido el lo alto y vio el cuerpo de una joven colgando del alfeizar de la ventana por donde salía el humo. La distancia era grande y su vista estaba deteriorada, pero distinguió aquella cara menuda que miraba hacia abajo calculando la caída.
Era ella, instantes antes de saltar al patio.

jueves, 14 de abril de 2011

Reunión de madres

Reunión de padres en el colegio, que tendríamos que llamar de madres pues rara vez algún padre aparece por allí. Como no, estamos las catorce de siempre de los veinticuatro que deberíamos acudir. En estos encuentros de madres y tutora, debatimos temas importantes de la educación de nuestros hijos, como la fiesta de navidad o los disfraces de carnaval. Otros asuntos menos transcendentales no suponen más que unos minutos en alguna que otra ocasión, el temario del curso o el sistema educativo, carecen de importancia cuando aún está en el aire la obra de este año. Y en este distendido ambiente, decidimos entre todas la mejor manera de confeccionar los trajes que el colegio nos impone. A quien le importa que el nivel de aprendizaje no sea ni mucho menos el óptimo, si nuestros retoños disfrutarán de sus galas de príncipes y princesas. Satisfechas de cumplir con nuestras responsabilidades, quedamos para la próxima cita, la fiesta de fin de curso.

miércoles, 13 de abril de 2011

Olaf el vikingo

Le oímos llegar desde lejos maldiciendo a gritos en alemán, en el silencio del amanecer sus voces parecían truenos. Agitando un palo y con un visible enfado llegó hasta nosotras. Eramos las únicas que estábamos despiertas a esa hora, en aquella playa repleta de tiendas y cuerpos tumbados. Cuando se plantó a nuestro lado, con sus casi dos metros de altura, las ropas ajadas y la larga melena pelirroja chillando a todo pulmón un inteligible castellano, nos pareció "Olaf" el vikingo.
¡¡¡Perro no dormerr a ladrrarr a me desprrtrrar en pedrra mia tirras!!!
¡¡¡Tu palarr perra tu räudiger Hund!!!
Con la boca abierta nos miramos una a la otra. Al estar sentadas nos sentíamos aún más pequeñas ante la mole de músculos que nos soltaba frases imposibles de descifrar y lo único que fuimos capaces de entender era que nos hablaba de un perro. Me levanté y le pedí calma abriendo mi mano y haciendo gestos,
No -te-en-ten-de-mos, cal-ma-te... Le dije muy despacio.
Sin dejar de fruncir el ceño, bajó el volumen de la voz y empezó ha hablar despacio también.
¡Pe-rro tu no mi de-ja darr-mirr ladrrarr, ladrrarr! 
Ahora lo había entendido claramente.
Impaciente, empezó de nuevo a levantar la voz.
¡¡¡Yo tirrarr pedrra perra tu no mi dorrmirr!!!  Volvió a vocear agitando el palo por encima de su cabeza.
Fijó la mirada gritando ¡¡¡Esse perra tu¡¡¡ 
Me giré y, como no, era el perro con el que íbamos, al que por tercera vez tenía que sacar de un lío en la semana que llevábamos allí. Mientras, su dueño dormía plácidamente en la tienda.
No- es- mio- y- no -me -ha-ce- ca-so, le dije bastante nerviosa.
Enfurecido empezó a caminar hacia el can, que le miraba con el rabo entre las piernas.
¿Pero que vas ha hacer?!! Paraa¡¡ Chillé para que me hiciera caso.
Se paró, me miró y gruñendo otra vez en alemán se encaminó directo a mí. ¡¡Ich werde lhren Hund zu schlagen weil es mich wach hält!!!
Joder, vaya lío,  Yo- si- co-noz-co- pe-rro- tu- no- pe-gar solté como si fuera un indio yo -coger- perro- y -ya- no- molestar -más, tu- poder- dormir rematé para que lo comprendiera, mientras el corazón me latía desbocado.
¿Perra dejarr dorrmerr? Preguntó más calmado.
Si, si -tran-qui-lo, ve-te a dor-mir, repetí.
Tiró el palo con furia y miró de nuevo al pobre perro que seguía totalmente acojonado, pegado a la tienda del dueño.
Hund tu pala no dejerr schlafen... refunfuñaba mientras se marchaba.
En ese momento se me aflojaron las piernas y me dejé caer sentada en la arena junto a mi compañera, soltando una carcajada, más por nervios que por otra cosa. Miramos a nuestro alrededor y nos dimos cuenta que nadie se había inmutado con todo el griterío.
Al instante, cuando la figura de Olaf ya no se veía, salió de la tienda el dueño del perro, preguntando que era aquel follón.
¡¡Joder...a buenas horas!! Le ladré.
Y yo, que soy bien  pensada, ni siquiera me planteé que se había quedado esperando en la tienda hasta que pasara la tormenta, para no tener que enfrentarse al vikingo.

martes, 12 de abril de 2011

Única

Hija única, sobrina única, nieta única. Dos padres, cuatro abuelos, ocho tíos. Parientes cercanos y lejanos, amigos, vecinos. Ella...única.
Cinco años de reinado, princesa absoluta de la familia y centro de todas las miradas. Cumpleaños, santos, reyes, detalles esporádicos, souvenires, centenares de regalos acumulándose en su pequeña habitación.
Nunca pedía nada, jamás se encaprichó ante un escaparate o por el juguete de otro niño. Cuando le preguntaban, si le daban a elegir, siempre escogía un libro.
La reforma se su habitación desveló la tremenda barbaridad: 213 peluches, entre grandes y pequeños, 2 cajas medianas de pequeños muñecos, pelotas de goma, pegatinas..., 43 juegos de mesa, docenas de cajitas repletas de collares, pulseras, broches, anillos, horquillas, más de 300 libros, cuentos, revistas, recortables...figurillas de adorno, cuadros, fotos, huchas, pinturas, cuadernos, maquinitas de juegos, bolsos, carteras... Una gran aberración
La decisión estaba clara. Después de la reforma, volvieron 10 peluches, una caja de zapatos como único contenedor de pequeños juguetes y una estricta selección de sus demás pertenencias. Lo único que continuó casi intacto, fue la colección de libros, aunque también sufrió una criba.
Cuando regresó de sus vacaciones, se encontró con la renovada habitación, otro color en las paredes, muebles diferentes, una nueva cama...Sus ojos se clavaron en el gran escritorio lleno a rebosar de libros, repasando sus lomos con curiosidad. Estoy segura que notó la falta de alguno, pero no dijo nada. Examinó el resto del cuarto dando muestras de su alegría, estaba encantada con su nuevo dormitorio.
DIBUJO A PASTEL DE JOPLIN
Se sentó en la cama y abrazó a su peluche,un pequeño tigre que la acompañaba a todas partes.


En realidad, lo que más necesitaba era espacio.

lunes, 11 de abril de 2011

Transformación

Es una mujer tranquila, con un buen sentido del humor, de carácter intachable y maneras exquisitas. Sabe amoldarse perfectamente a las circunstancias y posee un indudable don de gentes. Hábil y culta, está dotada, sin ninguna duda, de una gran inteligencia. Oradora en conferencias, licenciada en leyes y profesora de psicología, cultiva con afán su pasión por la filosofía. Domina el arte del taichi y practica yoga a diario. Madre paciente, esposa perfecta, incondicional amiga y mejor hija. Sus colegas de trabajo elogian su compañerismo y hasta sus alumnos la adoran. Sonriente y agradable saca tiempo de la nada para ayudar a los necesitados, voluntaria en asociaciones, presidenta por unanimidad de su comunidad, defensora de los derechos de los más débiles y ecologista convencida, es el pilar de su familia.
Todavía no logra entender que es lo que le pasa cuando se pone al volante del coche.

jueves, 7 de abril de 2011

Testaruda paranoia



Cuando
mis molinos

se convierten
en gigantes,

no hay manera
de hacerme razonar.



Ni el bueno
de Sancho

se atreve
a disuadirme.

DIBUJO A LÁPIZ DE JOPLIN

Suelto el testigo

Gabriela me pasa este formulario y yo, que no quiero ser descortés, lo contesto. Lleva tiempo saltando de blog en blog y lo que le quedará... Por mi parte suelto el testigo, si alguien lo quiere recoger aquí está. Espero no ofender a nadie.

Los dos


martes, 5 de abril de 2011

Buena chica

Manteniendo la compostura,
recatada y servicial,
me muevo con delicadeza
y suspiro sin parar. 
Impecable y bien vestida,
con perfume de azahar,
segura de mis encantos,
me dejo piropear.
Espero del caballero,
su ayuda para pasar,
que siempre me ceda el paso
y no me deje pagar.
Que el hombre
que me convenga,
me lleve hasta el altar,
entonces y sólo entonces,
saltaré a la yugular.



DIBUJO A BOLI DE CASAS

Presentes

Aunque por lo general, las personas que te conocen suelen acertar con los regalos que te agradan, hay ocasiones en las que te quedas parado ante lo que te encuentras, haciendo un esfuerzo por disimular que te parece espantoso y sin entender como se le ocurrió que te gustaría algo así.
Es tan...!!que colorido!! No deberías haberte molestado... Algo que dices con sinceridad, es una pena molestarse para no atinar.
Muchas gracias, no deberías...Repites mientras miras el objeto sin saber que más adjetivos ponerle. Lo guardas con cuidado ( no se vaya a estropear ) y sonríes esperando que no haya notado la verdad.
Una vez en casa, repasas las posibilidades: guardarlo sin estrenar y regalárselo a... joe ¿ a quien ?; abandonarlo en un cajón ignorando su existencia... no, si viene a casa sería un palo. Al final decides buscarle un discreto rincón en la casa y vuelves a sonreír, sabiendo que tiene los días contados.

lunes, 4 de abril de 2011

Una vida de docencia

Me he encontrado con el profesor de Ética del instituto, un hombre cabal dotado de el "super-poder" de la paciencia. De todos los docentes con los que me he topado en mis años de estudio, sin duda, del que mejor recuerdo tengo. Dialogante y respetuoso, en sus clases todas las opiniones tenían cabida. Incluso los compañeros que le tachaban de rollazo, reconocen el cariño que despertó en ellos y su indudable vocación de educador.
Una larga y distendida conversación rememora los años de aprendizaje, repletos de divertidas anécdotas. Tengo claro que no sabe quien soy, la cantidad de alumnos que han cursado estudios con él, hace imposible que recuerde a cada uno. Aún así, los dos disfrutamos con la animada charla, hasta que su rostro se desprende de el optimismo que siempre refleja. Un giro en la conversación provoca el cambio de tono, pausando el acelerado ritmo de las palabras. Sus ojos se entristecen al hablarme de los últimos cursos, en los que todos los intentos por llegar al alumnado han sido en vano. Se despidió confesándome que impotente, había decidido prejubilarse, totalmente vencido por el pasotismo de las últimas generaciones.
He pensado mucho en esa conversación.

viernes, 1 de abril de 2011

Funámbula

Mantengo
    como
      puedo
        el equilibrio
          en la linea
            que le pongo
              a mi hija
                como
                  límite,
sin dejar
  de repetirme
    que yo
      también
       fui niña,
            y
    


que un
   rotundo
      NO,
tiene ese
   encanto
     de lo
        prohibido
          que nos
             impulsa
                  a
              
  

                               R
                                  E
                                     V
                                        E
                                           L
                                              A
                                                 R
                                                    N
                                                       O
                                                           S


              

   
                         
                       
                            
                              
                              
                                     

     


                    
 

jueves, 31 de marzo de 2011

Pasión por el futbolín.

No podría calcular cuantas partidas jugarían en su vida, seguro que alguna más cae todavía.
Las grandes palizas que en los comienzos encajaron, fueron dejando paso a tímidos triunfos y llegaron a convertirse en sonoras victorias.
Se entendían bien y les gustaba jugar juntas, una siempre en la delantera y la otra, portera. Sin hacer grandes filigranas daban un efecto a la bola que desesperaba a muchos contrincantes, por su eficacia. Pasaban noches enteras sin moverse del futbolín, mientras los adversarios pasaban unos tras otros, filas de monedas en los dos bordes de la mesa intentando sacarlas de allí. Cuando perdían,  ponían la moneda de inmediato, dedicándose a examinar el juego de los participantes, hasta que les tocaba el turno de nuevo. Se divertían descargando el exceso de energía, que en aquellos años rebosaban, risas y complicidad hacían del reto un deleite y el buen rollo del ambiente era ya, de por si, un divertimento.
No sabría decir cuantas.
Seguro que alguna más caerá.

miércoles, 30 de marzo de 2011

El hombre tranquilo

        Hay veces que la gastada palabra "Amor" adquiere sentido.



No podría vivir sin esas carcajadas que provoca con intención y con acierto, deshaciendo las tensiones como si las disolviera en agua.
Como prescindir de su calma, que aún el los peores momentos consigue envolvernos y transmitirnos serenidad.
Que decir del cariño, que sin teatros ni frases hechas, es capaz de hacer sentir a los que de verdad quiere, calor y complicidad.


El encanto de su rubor cuando piropeo sus tremendos ojazos verdes, su mirada felina y que contrasta con lo espontaneo de sus palabras cuando sin ningún pudor me describe sus intenciones, su deseo. Entonces, la que me sonrojo soy yo.


Amigoveinticuatroamantecomplicecuatromaridodosyasequedecirtequieroteesmásdificilquedemostrarloylaverdadesqueyoloprefierovaquero.

lunes, 28 de marzo de 2011

Celos

                                      Cruel enfermedad.



Fueron malos tiempos, años llenos de amargura con los que todavía me desvelo alguna noche. Al principio mi cabeza luchaba contra lo que mis sentidos le decían, no entendía que la cobardía pudiera alcanzar esas cotas de maldad. Pero el cerebro tubo que aceptar ante la evidencia que se hacía cada día más certera, más dañina. Mi cuerpo sufrió con dureza el caos interior, perdiendo una cantidad alarmante de peso y marcando con profundidad las lineas de mi rostro, en especial las oscuras bolsas que se instalaron bajo mis ojos. Era una lucha brutal entre el no dejarse vencer y el estar vencida por completo. La angustia y el llanto dentro, desgarrando las tripas. La responsabilidad fuera, arrancando las sonrisas.

Ahora, desde la distancia que da el tiempo, en ocasiones me recrimino la desidia que me enterró bajo el fango y complicó la batalla haciéndola más larga de lo necesario. Aprendí la lección, o eso creo, de lo importante que es atajar cuanto antes algunas situaciones.
Pero lo logré, no sólo salí del laberinto donde me perdía, además, le saqué a él de mi vida no dejando que me hiciera más daño. A él y a sus enfermizos celos.


Y la vida siguió y recompensó con creces el sufrimiento trayendo la calma y la alegría de nuevo. Y me uní al hombre que me enseña cada día lo que es amar de verdad, a todas horas, cada minuto. Mi adorado Hombre Tranquilo...

Pose

Esa seguridad que siempre le acompañaba no era más que fachada. Detrás de ella se escondían bisoñez y escasa personalidad. Representaba una puesta en escena bien estudiada, comportamiento desenfadado e indómito que acompañado de un físico imponente, fascinaba a las mujeres.

Sólo hizo falta una proposición directa para romperle sus esquemas.
Pasados cinco años, todavía se pone nervioso al verla.

Ella, burlona, se regocija.

viernes, 25 de marzo de 2011

El armario

Rebuscaba dentro, segura de que tenía que estar ahí. Enseguida se topó con la autocompasión  Bufff esto me queda fatal  la apartó a un lado y continuó. Fue encontrando cantidad de espantosas  prendas que no usaba hacía tiempo, depresión   ¡con lo que engordé desde que me la ponía!  , llanto  bueno, para andar por casa  , angustia   na, iba a conjunto con la depresión  , optimismo  ¡que bien! me vendrá de perlas  , envidia  ¿para que guardaría esto?  , desidia, rabia, revancha, inseguridad, cobardía  que pila de mierda ocupando espacio . Cogió todo lo que no quería y lo metió en una gran bolsa negra. Ahora el armario se veía despejado y... ¡premio! allí estaba, como nuevo, lo había usado mucho pero se mantenía en perfectas condiciones, buen humor. Lo sacó para lavarlo y tenerlo a punto. No se lo piensa quitar en mucho tiempo, con él se va a enfrentar a lo que se avecina.

jueves, 24 de marzo de 2011

Que decir...

Era un pueblo pequeño, como casi todos peculiar, donde pasábamos algunos días en verano. Sol y montaña para secar de la humedad del mar. La cuestión es que cada año, y fueron muchos, alguna anécdota curiosa iba sumando recuerdos.
Una noche volviendo a la casa vimos que había alguien durmiendo en el coche de la vecina. Al pasar junto a él nos dimos cuenta de que era el novio de una de las hijas de esta. Creímos que estaba descansando la borrachera y picamos en la empañada luna, más que nada para cerciorarnos de que se encontraba bien. Nos dijo que no necesitaba nada, aunque quizá le hubiera venido bien una manta, pues tiritaba tapado sólo con su cazadora. Intentamos convencerle de que entrara en la casa, por que los amaneceres de alta montaña son heladores. Tanto insistimos, que nos terminó confesando que su suegra no le dejaba pernoctar dentro para evitar los comentarios en el pueblo, al no estar casados no era prudente que durmieran en la misma casa. La carcajada fue sonada y en un principio pensamos que nos estaba tomando el pelo, pero no, era verdad de la buena. Aunque lo intentamos no conseguimos que viniera con nosotros a dormir.
Al día siguiente era la comidilla de todo el pueblo, ya se sabe lo que corren las noticias en estos sitios. La suegra se enfadó de tal manera, que en todo el año no dejó que volviera con ellos. ¡ A ver que iba a decir la gente !.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El puente grua

Nada más entrar, a las seis de la mañana, le pusieron en la mano la vieja y destartalada botonera. Las pocas explicaciones para su manejo le parecieron sencillas en un principio. Su carácter había provocado el que terminara allí, era un castigo y no iba a arrugarse. Cogió el mando con fuerza y práctico unos segundos, el balancín imantado que controlaba tenía demasiados años para cometer torpezas y era necesario moverlo con suavidad.
El jefe de equipo hizo su entrada. Con aires de superioridad recorrió los pasillos hasta llegar a su puesto de mando. Era un hombre tosco y desagradable, que descargaba su frustración gritando y humillando a sus subordinados.
Una vez en los puestos, empezó la jornada. Los cuatro puentes grúa con los que contaba el taller cobraron vida y las enormes chapas de acero volaban de un lado a otro de la nave.
Su mano temblaba, pero apretó los dientes y comenzó a mover la grúa en dirección al camión que tenía que cargar. Sentía las miradas clavadas y las risillas burlonas de sus compañeros. Los gritos del jefe de equipo se mezclaban con los ruidos ensordecedores de las cortadoras de plasma y, envuelto entre el rojizo humo que desprendían, su silueta parecía diabólica.
Al parar la grúa, la inercia hizo que la chapa de 600cm de largo empezara a balancearse como si fuera un columpio. Respiró hondo y apretó el botón de bajada hasta que el acero tocó suelo.
Los histéricos chillidos del jefe perforaban sus oídos. Intentó replicar aludiendo a su falta de experiencia y a el hecho de no contar con el pertinente cursillo, pero no sirvió de nada. Aguantó como pudo la bronca, sin dejar de mirarle a la cara ni un momento. Precisamente por revolverse estaba en esa situación. La sucesión de blasfemias y gestos despóticos todavía seguía cuando cogió de nuevo la botonera, subiendo el balancín.
El envejecido mando falló desconectando el imán y la chapa cayó con fuerza encima del pie del acalorado jefe de equipo. Un aullido desgarrador dejó en silencio el taller. Cuando clavó la mirada en los ojos del culpable, emanando rabia por todos sus poros, su gesto cambió por completo. El brillo de malicia que vio en ellos le dejó desconcertado.
Tres meses después volvió al taller cojeando todavía. Como era habitual en él, gruñía dando ordenes a todos los presentes. Al toparse de frente con la causante de su lesión tensó el semblante mirando con desprecio, pero moderó el tono y el volumen de sus palabras.
En los nueve meses que estuvo allí, hasta que el fin de su contrato le llevó a aumentar la lista del paro, no le levantó la voz ni una sola vez más.

lunes, 21 de marzo de 2011

La ola perfecta

Había remado mucho, el incesante venir de las olas le hacían avanzar muy despacio. Finalmente se colocó en el sitio elegido y esperó su oportunidad, la ola perfecta.
Dejó pasar unas cuantas, hasta que en el horizonte apareció la que añoraba, la ola perfecta. Cuando estuvo bajo él y sintió como le elevaba, empezó a remar de nuevo, rápido, con fuerza.
Una vez en la cresta tomo impulso y de un salto se puso de pie en la tabla. Esa era, sin duda, la ola perfecta. Sintió la velocidad en su cuerpo, la espuma y el aire acariciaban su cara, volaba. Los movimientos de su cadera dibujaban eses en la pared vertical de agua.
Su tabla llegó a la arena impulsada por la resaca. Él no volvió, lo dejó toda para irse con ella, su deseada ola perfecta.

¿ Sexo ?

Sexo sin sexo
La miro a los ojos, no entiende por qué tenemos que hablar de eso. Se siente incómoda y no duda en zanjar la conversación. Me dice que le doy demasiada importancia, que debería ocupar mi cabeza con otras cosas.
Yo se que es verdad, su educación ha marcado unas pautas muy estrictas y jamás piensa en ello. Creo que tampoco quiere, le resulta doloroso y sucio, para ella era una obligación más de las muchas que tenía establecidas en su rutina. Ahora ya, ni eso.

No es el día

Intento escribir. Un montón de ideas se amontonan en mi cabeza.
Juan Francisco Casas (dib. a boli)
Ruido por todas partes. La televisión retransmite un partido de tenis, muy interesante para quien lo está viendo. Mi hija practica en su habitación con la flauta. (Le agradezco al ministerio su idea de incluir este apasionante instrumento en la educación de nuestros hijos, seguramente le servirá en un futuro).
Suena el teléfono y como están tan ocupados, lo cojo yo.  Mi madre me pregunta como tiene que poner la alarma del teléfono móvil, todo un desconocido para ella, le explico los pasos y decido dejar el ordenador un rato.
Igual no es el momento.
Voy a la cocina y me preparo un café. Cuando lo estoy saboreando me doy cuenta de que la calma ha vuelto a la casa. La flauta ha dejado de sonar. Me asomo al cuarto y veo que el partido ha terminado.
Ahora...
Me siento de nuevo frente al ordenador y empiezo a escribir, no llevo ni diez palabras cuando mi hija se acerca a preguntarme por la cena. Miro de reojo a mi marido que se levanta y se lleva a la niña a la cocina.
¡ Bien !
Me vuelco de nuevo en mi relato. Esbozo tres lineas cuando vuelve la niña protestando, como no, por que no le gusta la cena de hoy. Intento no darle importancia y sigo a lo mio, pero detrás viene mi marido harto de discutir por el menú de noche.
Apago el ordenador, hoy no es el día.                         

domingo, 20 de marzo de 2011

P á n i c o

Recuerda aquel día, paso miedo, miedo intenso. Nada que ver con las pesadillas o los malos momentos que su imaginación le había hecho pasar en su niñez.
Miedo paralizante de ese que hace latir el corazón desbocado y afloja los músculos dejándolos sin fuerza. Por el que sudas frío y tragas saliva convulsivamente. El que no te deja pensar con claridad y pone titubeo en las palabras.
Ahora le resulta cómico, no entiende su reacción. Pero esa sensación se quedó grabada en su mente.
Nunca lo ha vuelto a sentir. Ni quiere.
Pero eso, no es una elección.

viernes, 18 de marzo de 2011

Leyendo en blogger

Leo sensacionales micros, llenos de contenido, con los que se podría escribir un libro entero. Perfectamente expresados, con precisión de cirujano, y narrados de tal manera que te sumergen en ellos haciéndote partícipe. A mi entender, obras maestras.

Leo relatos fantásticos, ficción que transmite sensaciones y crea imágenes en el cerebro. Te acomodan en el asiento como si estuvieras visionando una película. Largos textos que se hacen cortos al disfrutarlos y bien podrían ser guiones de cine. Talento, agudeza e ingenio que me crea adicción.

Leo reflexiones filosóficas, con un grado de moralidad inusual, que rebosan sensatez. Elucubraciones encaminadas a mejorar el aspecto más humano de las personas. Palabras cargadas con la fuerza del razonamiento que me hacen recapacitar.

Leo desgarradoras confesiones, melancólicas y románticas. Interpreto a mi manera lo que creo descifrar en las frecuentes metáforas que utilizan. Hay veces que no soy capaz de encontrar el sentido, aunque vea el sentimiento. Siempre me deja perpleja la facilidad de expresar el desazón.

Leo juegos de palabras repletos de destreza y chispa. Inteligentes filigranas, ocurrentes y divertidas. Términos livianos con los que distraer mi mente.


 Y yo...

Escribo chorradas entendibles en un intento de deshacer mi angustia. Como si fuera un exorcismo, me río de mi y de mis circunstancias. Cuento lo que veo, lo que me inquieta. 

En segundos

Era temprano y acababa de levantarse. Los ojos medio cerrados, el cerebro todavía dormido y los movimientos instintivos y torpes, fueron la causa. Enseguida se dio cuenta y puso sus sentidos alerta, despejando su cabeza al instante. Sus ojos se quedaron clavados en ella, siguiendo su recorrido sin pestañear siquiera. Levantó el brazo y movió todo su cuerpo hacia la derecha intentando evitar el desastre. Incluso puso en juego la integridad de su rodilla y de su pié en la empresa, pero todo fue en vano. La jarra de cristal chocó contra el suelo rompiéndose en mil pedazos.

El ahorcado





D E _ A _ _ A D A

_ N T _ L E _ A _ _ _ A

jueves, 17 de marzo de 2011

Tropelía

No tendrán más de doce años y sus miradas dan miedo. Se intuye el pensamiento que hay detrás de la dureza de su gesto. Pelo al cero, botas con refuerzo, pantalones pitillo y tirantes, son su habitual atuendo. Desfilan en familia por las aceras pasando desapercibidos entre la gente. No sonríen ni juegan. Sólo desfilan al son que les marcan sus padres siempre atentos, siempre cerca. Ni hay besos ni caricias. Tampoco discusiones. Serias muecas bastan para conseguir su propósito. No salirse nunca de la fila. Mirada al frente, firmes y bien peinados recorren las calles al unísono. Nunca fueron niños y nunca lo podrán ser.

martes, 15 de marzo de 2011

Días felices

¡¡¡ Que felicidad !!!  Hoy es un día de esos en los que me alegro de ser mujer. Brilla el sol, he dormido de maravilla, el optimismo me acompaña y me encuentro guapa, es más, espléndida. La fuerza que me proporcionan estos días tan especiales, me hacen ver el mundo de otra manera, color de rosa. Las personas se vuelven más humanas y siento renovado el lazo con mis homónimas. La verdad es que también noto la felicidad de los demás, como si les hubiera contagiado mi energía positiva. En mi cabeza no hay espacio para las preocupaciones y hasta las molestias físicas han desaparecido. El almidonado vecino que ni siquiera me mira, hoy me da los buenos días con jovialidad. La calle huele a flores y disfruto viendo a los niños jugar mientras camino tranquila hacia el trabajo. Los amargados colegas de oficina,que en cualquier otra ocasión saludarían con una mueca, sonríen mientras me invitan a participar en su animada conversación. Mi jefe me felicita por mi buen trabajo y anuncia un aumento general de sueldo, sin discriminación de género. Salgo a mi hora del curro, radiante y animada en compañía de un grupo de camaradas con los que me dirijo a tomar unas copas  al bar de abajo, al que nunca voy. Risas y charlas despreocupadas nos animan hasta altas horas de la noche. Pido un taxi para volver a casa, un día es un día. Cuando llego, me paro a pensar en el maravilloso día y sonrió sabiendo que aún me quedan cinco más como este. Suerte que soy mujer y tengo la regla, para poder disfrutar de la vida por lo menos seis días al mes.

Educación

Observo un escaparate, una apresurada mujer tropieza conmigo.
- Perdón- suelto sin pensar. 
Me clava una mirada inculpadora mientras recoge los folios esparcidos por el suelo. 
La ayudo y con una sonrisa me vuelvo a disculpar, tuerce el gesto y sigue su camino.
¿ Pero que...  ?
Voy a entrar al kiosco justo cuando un hombre va a salir, le cedo el paso sujetando la puerta y sin mediar palabra, él y otras tres personas cruzan el umbral.- De nada- mascullo con ironía.
-Buenos días- le digo a el dependiente que ni se digna a mirarme.
Me despido dando las gracias, con la callada como respuesta.
Regreso a casa y la vecina, que me ve venir, me cierra la puerta del portal en las narices y se va.
¡Será ma...   !
Al fin en casa.
-Hola...holaa-, me acerco a la sala y grito -¡HOLA!-, hola hola, me contestan alucinados.
¡¡ Me cagrr en lag edugrrr de mierda !!

lunes, 14 de marzo de 2011

TRIO

Años de convivencia, de juegos, de compañía, de peleas y reconciliaciones, de risas y  tristezas compartidas. Niños, adolescentes y adultos.

Apoyo incondicional y cariño por encima de las diferencias. Abrazos intensos con sonoros besos. Riñas caóticas con finales felices. Colegio, instituto y trabajo.

Amigos comunes y de cada uno, juntos y por separado, diversión desenfrenada y rutina cotidiana. Largas conversaciones y cómodos silencios.Parques, bares y morada.

Vidas independientes y unidas, en los buenos y malos momentos. Hermanos, colegas y amigos.

Siempre en compañía aunque no estén próximos. Disfruto viéndolos unidos, cercanos y cómplices.

Me quedo con dos de ellos, los necesito y los quiero.

domingo, 13 de marzo de 2011

Por los pelos

Juan Francisco Casas (dibujo a boli)
Llegó el día, la verdad es que no estaba preparada aunque no podía alargarlo más. Interminables escusas fueron aplazando el momento. Preparó con esmero la ropa, lo que le llevó tiempo, decisiones difíciles para momentos tensos. Camiseta, vaqueros, deportivas y chaqueta, al final se decantó por lo de siempre que era lo que le hacía sentir cómoda. Sabía que en cuanto cruzara la puerta, las miradas examinarían curiosas todo su atuendo. Definitivamente prefería estar cómoda. Demorando lo inevitable, en vez de la habitual ducha se preparó un relajante baño, con espuma, sales, aceite...los aromas se mezclaban y resultaban un poco cargantes, nada, no era capaz de relajarse. Ya vestida, se miró al espejo esperando encontrarse...¿ estupenda ? puff no, con verse bien le bastaba. Salió de casa a la carrera, ¿ a que al final llegaba tarde ?, lo que faltaba. Cruzó la calle casi sin mirar y aceleró el paso todo lo que pudo. Ya veía la puerta de entrada, lo malo es que con tanta prisa había empezado a sudar ¡ mierda !. Paró en seco y recuperó el aliento unos segundos, no quedaba tiempo, pasaban diez minutos de la hora. Tragó saliva, empujo la pesada puerta de cristal y las cabezas de los presentes se giraron, sabía que pasaría y estaba preparada. Una sonriente empleada la acomodó en la pequeña sala de espera, sin borrar la mueca afable le reprochó la falta de puntualidad y comentó, muy aguda, el calor que hacía. ¡ Vaya hombre...! Intentó no pensar en nada mientras esperaba y cogió una revista. La duquesa  ¿¿?, el noviazgo de ¿¿??, cerró la revista, preferiría haber llevado un libro, pero con las prisas lo dejó en casa. La encantadora empleada de antes se asomó y la llamó por su nombre. Traía una bata blanca en la mano que le ayudó a ponerse, ya no había marcha atrás. Cuando se sentó en la cómoda butaca se acercó el estilista, vamos el peluquero de toda la vida y preguntó como lo cortaría esta vez. -Lo de siempre- contestó ella.
¡¡ Como odiaba cortarse el pelo !!

viernes, 11 de marzo de 2011

D.I.P.

Leyendo esta mañana la entrada de un blog, me vino a la cabeza lo absurdamente caro que resulta morirse. En este momento no podría permitirme ese lujo. Aunque en realidad la papeleta de asumir gastos les toca a los que se quedan, los siguen vivos. Doble putada para ellos, llorar por la pérdida ( en el caso de que alguien te llore ) y encargarse de lo que conlleva deshacerse del cadáver.

Si eres religioso el precio se eleva considerablemente y es que el cielo tiene un precio muy alto. ¿ Será la especulación inmobiliaria ? Si además quieres ostentación y utilizas los servicios que te ofrece el tanatorio, velatorio, ataúd de alta gama, misa, entierro con lujoso panteón, lápida de mármol... El costo se pone por las nubes.

Si te decides por la incineración, suele salir más económico, todo depende de los extras que elijas. Pero aún en el caso de escoger el paquete más económico, barato lo que se dice barato, no te va a salir.

Otra posibilidad sería donar el cuerpo a la ciencia, pero tiene que darse el caso de que esta lo acepte. Yo probaré por si acaso...

La opción de contratar un seguro de vida, o más bien de muerte, es una ayuda sobre todo para los que tendrían que rascarse el bolsillo en caso de que te de por morirte y además te permite pagarlo en cómodos plazos y así el presupuesto del mes se resiente menos. Tendré que pensarlo muy seriamente.

Con todo esto, he tomado la decisión de no diñarla de momento.

Congoja

Paseaba tranquila por la orilla del mar, escuchando mi música y sintiendo su olor. Iba distraída y no me fijé que me internaba en una cueva, hasta que la oscuridad se hizo latente. Era imposible ver nada y decidí dar media vuelta. Cuando desandaba mi camino, me fijé que en la lejana luz que dibujaba la entrada de la gruta, se perfilaban un montón de siluetas. Continué avanzando hacia la claridad y al acercarme las figuras se tornaban más claras, ¡ redondas ! totalmente circulares. Creí que mis ojos me engañaban por la negrura que me rodeaba. Pero no. Un grupo de esféricas *O* cortaba el paso. Me quité los cascos y froté la cara, con la esperanza de que fuera mi imaginación pero un bullicio me alertó de que no era así. Con paso firme casi militar, se abalanzaron sobre mi, la diferencia de peso me hacía vulnerable, pero me concedía una ligereza que me sirvió para esquivar la embestida y correr hacia la obscuridad de la caverna. Huí sin mirar atrás hasta que los pulmones me dolían y el corazón salía por mi boca. El silencio era desconcertante, pues sentía que no estaba sola. Extendí los brazos intentando tocar algo y mis manos se enredaron el una tela suave y fría que me envolvió poco a poco todo el cuerpo. Casi no podía respirar y me caí al suelo propinándome un doloroso golpe en la espalda. Echando mano de las últimas fuerzas que me quedaban, abrí un agujero para que entrara oxígeno. Al mirar por él distinguí una sombra alargada,-¡¡ joder!!- era el armario de mi dormitorio. Rodé por el suelo y me liberé de mi atadura , de mi ¿sábana?. Me senté en la cama y observé la placidez con la que dormía mi acompañante. Respiré aliviada. Sólo era un sueño...                                                              

                                                                     ¿¿ SÓLO??

jueves, 10 de marzo de 2011

Naturaleza Sabia

La naturaleza es sabia.

Anne Geddes
Cuando eres padre y ves por primera vez el rostro de tu hijo, pequeñas manitas que se aferran a tus dedos, el calor de su cuerpecito, tan delicado, la suave piel, la perfección de su diminuto rostro. La ternura que despierta, hace que lo mires durante horas y que un gesto casi inapreciable te tatúe una sonrisa en la cara. Los primeros pasos, los balbuceos donde adivinas palabras. El día que con claridad dice - mamá -, los juegos, las caricias.

Lo llaman " El milagro de la vida" y es que...

Si un buen día sonara el timbre de la puerta y al abrir encontraras a un adolescente que con la mejor de sus sonrisas te dijera, - Hola mamá, soy tu hijo-, sentirías un escalofrío por todo el cuerpo y lo más probable es que le cerraras la puerta en las narices.

Decididamente la naturaleza es sabia.



miércoles, 9 de marzo de 2011

*PESQUISA*

Este espacio de experimentación, en el que una misma puede ser otra, es un agradable juego.
Deseaba ser anónima y contar lo que me apetecía.
Pedí ayuda a los más cercanos y tanteé a los que ya estaban aquí.
La complicidad de unos pocos me permitió emprender el camino aportándome su apoyo.
El ser desconocida me daba una libertad más grande y me proporcionó opiniones más objetivas.
Los relatos, aunque poco refinados, son muy míos.
Espero no haber decepcionado a nadie ocultando deliberadamente mi identidad.

Tienes mi cariño y lo sabes.

Te pedí tu ayuda y sin saber quien era me la diste, eso dice mucho de ti. Te dediqué una entrada pensando que lo entenderías. Me gustaría que recibieras mi gratitud. Si necesitas algo...dímelo.


 




Un abrazo de los de verdad.

El orden normal

Al cubrir los impresos para casarse, por que lo hizo ella, deliberadamente puso su nombre, donde indicaba 1º cónyuge y el de su pareja ( varón ) donde indicaba 2º cónyuge.
Cuando la juez ( era una mujer ) hizo las pertinentes preguntas, empezó por preguntarle a él, eso si, antes se encargó de darles un bonito listado de deberes y obligaciones haciendo hincapié en la igualdad.
Al levantarse a firmar, como mandan los cánones, se le cedió a ella muy caballerosamente el turno ( a lo que no puso ninguna pega, hoy por mi, mañana por ti ) y se le ocurrió preguntarle irónicamente a "su señoría" si habría algún problema en que firmara primero.
La juez la miró  poniendo cara de poker y
contestó que no importaba, que "el orden de los factores, no alteraba el producto".
Ya !- masculló ella entre dientes, sonrió con cinismo y firmó, al fin y al cabo era el día de su boda y no quería malos royos.
Acto seguido entregaron el libro de familia ( pudo ser fruto de la casualidad )  directamente a las manos del marido. Al abrirlo, el nombre del 1º cónyuge era el del varón -¡¡ Coño !!- se sintió como la segundona de mi propio matrimonio.
Se dirigió de nuevo a la juez explicándole su intención al cubrir los impresos de solicitud. -¡ Toca narices !- Pareció que iba a decir "la togada" pero, con mucha seriedad, le explicó que era lo "normal" aunque si lo prefería podía solicitar que lo rectificasen, por supuesto, en otro momento -¡ Anormal !- Le faltó concluir.

martes, 8 de marzo de 2011

En este momento Si

Sus preguntas suelen ser muy directas, en ocasiones me desconcierta, pero si no soy rápida se multiplican, poniéndomelo más difícil. Por eso he aprendido a agilizar mis contestaciones, meditándolas lo justo para que sean coherentes.
En su linea fue al grano, ¿estás contenta con tu vida?. Rápidamente le contesté que si, sin pensarlo dos veces. Me miró sonriendo y me di cuenta de que no sería suficiente. ¿si?¿eres feliz? . La cosa se complicaba, menos mal que realmente me lo preguntaba en un buen momento si no tendría que mentir y prefiero no hacerlo. Si, volví a decir convencida, soy feliz con mi vida. Me dio un abrazo y siguió con su lectura. Ufff...
Por supuesto no le aclaré que era en ese preciso momento, no le quiero fastidiar la infancia, quizá mañana no sea así, incluso hoy si las cosas se tuercen de pronto. Tampoco pienso mucho en ello, vivo al minuto y lo disfruto cuanto puedo.

Primer Manifiesto Feminista

Declaración de Seneca Falls (Nueva York)  1848

-Que todas las leyes que impidan que la mujer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia le dicte, o que la sitúen en una posición inferior a la del hombre, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y, por tanto, no tienen ni fuerza ni autoridad.

-Que la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.


Dos de los doce puntos de los que consta la Declaración.

Y todavía estamos en ello... 

domingo, 6 de marzo de 2011

Es sólo un recuerdo


Conocían muchos de los efectos, los habían vivido. Sus llamativos nombres les hacían gracia "dragón rojo" "micro punto azul" "panoramix"...
Los probaron mejores y peores, incluso algunos ni siquiera eran. Siempre pasaban por los mismos estadios: incertidumbre, reacción, euforia, desconcierto y por supuesto bajón.
Los hubo salvajes, dulces, decepcionantes y geniales. Algunos incluso alucinógenos, los menos.
La gran mayoría les llevaban a una carcajada sin fin, sin más, reír por reír y no poder parar. 
En el recuerdo quedan aquellas noches, las agujetas en mandíbula y estómago y las largas resacas que les producían.

sábado, 5 de marzo de 2011

Un varón Singular

Es un hombre extraordinario.
La educación que recibió, rígida y sexista, la que en esos años llevaba a las iglesias riadas de devotos católicos, la que exigía unos refinados modales acompañados de una actitud clasista aterradora, la que excluía del sistema educativo a los menos pudientes y censuraba todo lo que se desviaba un ápice de las normas establecidas, oprimiendo las ideologías políticas y filosóficas y castigando la rebeldía incluso con la cárcel, no consiguió calarle muy profundo.
Lo mamado durante la infancia y la adolescencia se quedó en la superficie.
Su inquietud por la lectura le descubrió realidades muy diferentes a las que le habían enseñado como únicas e inamovibles. Empezó a escoger los libros que llegaban a sus manos y esa selección le abrió los ojos definitivamente. Se subscribió a editoriales, en ese momento ilegales y los tomos que le enviaban bajo títulos encubiertos fortalecieron sus convicciones.
Estaba preparado para confrontarse con la sociedad y con su familia, que era incluso más difícil para él. Su carácter dialogante no sirvió de mucho ante la cerrada mente de su padre, con el que las discusiones eran continuas. La decisión estaba tomada y ni siquiera el cariño y respeto hacia su progenitor cambiaría esto. Aprendió a ser moderado, a medir sus palabras y empezó a actuar de acuerdo a sus ideales.
Su círculo de amistades era variopinto y enseguida se centró en aquellos con los que coincidía en pensamiento, sin desterrar a sus verdaderos amigos, aquellos incondicionales con los que no importaba discrepar, los que le querían sin más.
Desde entonces a sido fiel a sus ideas. Madurando,estudiando y comprendiendo. Sus aliados los libros, se cuentan a cientos en los estantes de sus librerías. Son sus tesoros, los viejos y los nuevos, los de filosofía, sociología, política, novela, historia...sobre todo los de historia, su pasión por excelencia.
Esta maduración ha sido en todos los sentidos,desde los más profundos a los más cotidianos. Convencido de la igualdad de género, no dudó en ser independiente y aprender a valerse, en la casa cocinando, planchando, limpiando... y con la familia, dedicado y cariñoso padre, para el que cambiar pañales o dar de comer es tan importante como jugar o enseñar.
Su alto nivel ético es ejemplo por donde quiera que va y su gran virtud la inagotable paciencia.
Es un hombre extraordinario.