jueves, 31 de marzo de 2011

Pasión por el futbolín.

No podría calcular cuantas partidas jugarían en su vida, seguro que alguna más cae todavía.
Las grandes palizas que en los comienzos encajaron, fueron dejando paso a tímidos triunfos y llegaron a convertirse en sonoras victorias.
Se entendían bien y les gustaba jugar juntas, una siempre en la delantera y la otra, portera. Sin hacer grandes filigranas daban un efecto a la bola que desesperaba a muchos contrincantes, por su eficacia. Pasaban noches enteras sin moverse del futbolín, mientras los adversarios pasaban unos tras otros, filas de monedas en los dos bordes de la mesa intentando sacarlas de allí. Cuando perdían,  ponían la moneda de inmediato, dedicándose a examinar el juego de los participantes, hasta que les tocaba el turno de nuevo. Se divertían descargando el exceso de energía, que en aquellos años rebosaban, risas y complicidad hacían del reto un deleite y el buen rollo del ambiente era ya, de por si, un divertimento.
No sabría decir cuantas.
Seguro que alguna más caerá.

miércoles, 30 de marzo de 2011

El hombre tranquilo

        Hay veces que la gastada palabra "Amor" adquiere sentido.



No podría vivir sin esas carcajadas que provoca con intención y con acierto, deshaciendo las tensiones como si las disolviera en agua.
Como prescindir de su calma, que aún el los peores momentos consigue envolvernos y transmitirnos serenidad.
Que decir del cariño, que sin teatros ni frases hechas, es capaz de hacer sentir a los que de verdad quiere, calor y complicidad.


El encanto de su rubor cuando piropeo sus tremendos ojazos verdes, su mirada felina y que contrasta con lo espontaneo de sus palabras cuando sin ningún pudor me describe sus intenciones, su deseo. Entonces, la que me sonrojo soy yo.


Amigoveinticuatroamantecomplicecuatromaridodosyasequedecirtequieroteesmásdificilquedemostrarloylaverdadesqueyoloprefierovaquero.

lunes, 28 de marzo de 2011

Celos

                                      Cruel enfermedad.



Fueron malos tiempos, años llenos de amargura con los que todavía me desvelo alguna noche. Al principio mi cabeza luchaba contra lo que mis sentidos le decían, no entendía que la cobardía pudiera alcanzar esas cotas de maldad. Pero el cerebro tubo que aceptar ante la evidencia que se hacía cada día más certera, más dañina. Mi cuerpo sufrió con dureza el caos interior, perdiendo una cantidad alarmante de peso y marcando con profundidad las lineas de mi rostro, en especial las oscuras bolsas que se instalaron bajo mis ojos. Era una lucha brutal entre el no dejarse vencer y el estar vencida por completo. La angustia y el llanto dentro, desgarrando las tripas. La responsabilidad fuera, arrancando las sonrisas.

Ahora, desde la distancia que da el tiempo, en ocasiones me recrimino la desidia que me enterró bajo el fango y complicó la batalla haciéndola más larga de lo necesario. Aprendí la lección, o eso creo, de lo importante que es atajar cuanto antes algunas situaciones.
Pero lo logré, no sólo salí del laberinto donde me perdía, además, le saqué a él de mi vida no dejando que me hiciera más daño. A él y a sus enfermizos celos.


Y la vida siguió y recompensó con creces el sufrimiento trayendo la calma y la alegría de nuevo. Y me uní al hombre que me enseña cada día lo que es amar de verdad, a todas horas, cada minuto. Mi adorado Hombre Tranquilo...

Pose

Esa seguridad que siempre le acompañaba no era más que fachada. Detrás de ella se escondían bisoñez y escasa personalidad. Representaba una puesta en escena bien estudiada, comportamiento desenfadado e indómito que acompañado de un físico imponente, fascinaba a las mujeres.

Sólo hizo falta una proposición directa para romperle sus esquemas.
Pasados cinco años, todavía se pone nervioso al verla.

Ella, burlona, se regocija.

viernes, 25 de marzo de 2011

El armario

Rebuscaba dentro, segura de que tenía que estar ahí. Enseguida se topó con la autocompasión  Bufff esto me queda fatal  la apartó a un lado y continuó. Fue encontrando cantidad de espantosas  prendas que no usaba hacía tiempo, depresión   ¡con lo que engordé desde que me la ponía!  , llanto  bueno, para andar por casa  , angustia   na, iba a conjunto con la depresión  , optimismo  ¡que bien! me vendrá de perlas  , envidia  ¿para que guardaría esto?  , desidia, rabia, revancha, inseguridad, cobardía  que pila de mierda ocupando espacio . Cogió todo lo que no quería y lo metió en una gran bolsa negra. Ahora el armario se veía despejado y... ¡premio! allí estaba, como nuevo, lo había usado mucho pero se mantenía en perfectas condiciones, buen humor. Lo sacó para lavarlo y tenerlo a punto. No se lo piensa quitar en mucho tiempo, con él se va a enfrentar a lo que se avecina.

jueves, 24 de marzo de 2011

Que decir...

Era un pueblo pequeño, como casi todos peculiar, donde pasábamos algunos días en verano. Sol y montaña para secar de la humedad del mar. La cuestión es que cada año, y fueron muchos, alguna anécdota curiosa iba sumando recuerdos.
Una noche volviendo a la casa vimos que había alguien durmiendo en el coche de la vecina. Al pasar junto a él nos dimos cuenta de que era el novio de una de las hijas de esta. Creímos que estaba descansando la borrachera y picamos en la empañada luna, más que nada para cerciorarnos de que se encontraba bien. Nos dijo que no necesitaba nada, aunque quizá le hubiera venido bien una manta, pues tiritaba tapado sólo con su cazadora. Intentamos convencerle de que entrara en la casa, por que los amaneceres de alta montaña son heladores. Tanto insistimos, que nos terminó confesando que su suegra no le dejaba pernoctar dentro para evitar los comentarios en el pueblo, al no estar casados no era prudente que durmieran en la misma casa. La carcajada fue sonada y en un principio pensamos que nos estaba tomando el pelo, pero no, era verdad de la buena. Aunque lo intentamos no conseguimos que viniera con nosotros a dormir.
Al día siguiente era la comidilla de todo el pueblo, ya se sabe lo que corren las noticias en estos sitios. La suegra se enfadó de tal manera, que en todo el año no dejó que volviera con ellos. ¡ A ver que iba a decir la gente !.

miércoles, 23 de marzo de 2011

El puente grua

Nada más entrar, a las seis de la mañana, le pusieron en la mano la vieja y destartalada botonera. Las pocas explicaciones para su manejo le parecieron sencillas en un principio. Su carácter había provocado el que terminara allí, era un castigo y no iba a arrugarse. Cogió el mando con fuerza y práctico unos segundos, el balancín imantado que controlaba tenía demasiados años para cometer torpezas y era necesario moverlo con suavidad.
El jefe de equipo hizo su entrada. Con aires de superioridad recorrió los pasillos hasta llegar a su puesto de mando. Era un hombre tosco y desagradable, que descargaba su frustración gritando y humillando a sus subordinados.
Una vez en los puestos, empezó la jornada. Los cuatro puentes grúa con los que contaba el taller cobraron vida y las enormes chapas de acero volaban de un lado a otro de la nave.
Su mano temblaba, pero apretó los dientes y comenzó a mover la grúa en dirección al camión que tenía que cargar. Sentía las miradas clavadas y las risillas burlonas de sus compañeros. Los gritos del jefe de equipo se mezclaban con los ruidos ensordecedores de las cortadoras de plasma y, envuelto entre el rojizo humo que desprendían, su silueta parecía diabólica.
Al parar la grúa, la inercia hizo que la chapa de 600cm de largo empezara a balancearse como si fuera un columpio. Respiró hondo y apretó el botón de bajada hasta que el acero tocó suelo.
Los histéricos chillidos del jefe perforaban sus oídos. Intentó replicar aludiendo a su falta de experiencia y a el hecho de no contar con el pertinente cursillo, pero no sirvió de nada. Aguantó como pudo la bronca, sin dejar de mirarle a la cara ni un momento. Precisamente por revolverse estaba en esa situación. La sucesión de blasfemias y gestos despóticos todavía seguía cuando cogió de nuevo la botonera, subiendo el balancín.
El envejecido mando falló desconectando el imán y la chapa cayó con fuerza encima del pie del acalorado jefe de equipo. Un aullido desgarrador dejó en silencio el taller. Cuando clavó la mirada en los ojos del culpable, emanando rabia por todos sus poros, su gesto cambió por completo. El brillo de malicia que vio en ellos le dejó desconcertado.
Tres meses después volvió al taller cojeando todavía. Como era habitual en él, gruñía dando ordenes a todos los presentes. Al toparse de frente con la causante de su lesión tensó el semblante mirando con desprecio, pero moderó el tono y el volumen de sus palabras.
En los nueve meses que estuvo allí, hasta que el fin de su contrato le llevó a aumentar la lista del paro, no le levantó la voz ni una sola vez más.

lunes, 21 de marzo de 2011

La ola perfecta

Había remado mucho, el incesante venir de las olas le hacían avanzar muy despacio. Finalmente se colocó en el sitio elegido y esperó su oportunidad, la ola perfecta.
Dejó pasar unas cuantas, hasta que en el horizonte apareció la que añoraba, la ola perfecta. Cuando estuvo bajo él y sintió como le elevaba, empezó a remar de nuevo, rápido, con fuerza.
Una vez en la cresta tomo impulso y de un salto se puso de pie en la tabla. Esa era, sin duda, la ola perfecta. Sintió la velocidad en su cuerpo, la espuma y el aire acariciaban su cara, volaba. Los movimientos de su cadera dibujaban eses en la pared vertical de agua.
Su tabla llegó a la arena impulsada por la resaca. Él no volvió, lo dejó toda para irse con ella, su deseada ola perfecta.

¿ Sexo ?

Sexo sin sexo
La miro a los ojos, no entiende por qué tenemos que hablar de eso. Se siente incómoda y no duda en zanjar la conversación. Me dice que le doy demasiada importancia, que debería ocupar mi cabeza con otras cosas.
Yo se que es verdad, su educación ha marcado unas pautas muy estrictas y jamás piensa en ello. Creo que tampoco quiere, le resulta doloroso y sucio, para ella era una obligación más de las muchas que tenía establecidas en su rutina. Ahora ya, ni eso.

No es el día

Intento escribir. Un montón de ideas se amontonan en mi cabeza.
Juan Francisco Casas (dib. a boli)
Ruido por todas partes. La televisión retransmite un partido de tenis, muy interesante para quien lo está viendo. Mi hija practica en su habitación con la flauta. (Le agradezco al ministerio su idea de incluir este apasionante instrumento en la educación de nuestros hijos, seguramente le servirá en un futuro).
Suena el teléfono y como están tan ocupados, lo cojo yo.  Mi madre me pregunta como tiene que poner la alarma del teléfono móvil, todo un desconocido para ella, le explico los pasos y decido dejar el ordenador un rato.
Igual no es el momento.
Voy a la cocina y me preparo un café. Cuando lo estoy saboreando me doy cuenta de que la calma ha vuelto a la casa. La flauta ha dejado de sonar. Me asomo al cuarto y veo que el partido ha terminado.
Ahora...
Me siento de nuevo frente al ordenador y empiezo a escribir, no llevo ni diez palabras cuando mi hija se acerca a preguntarme por la cena. Miro de reojo a mi marido que se levanta y se lleva a la niña a la cocina.
¡ Bien !
Me vuelco de nuevo en mi relato. Esbozo tres lineas cuando vuelve la niña protestando, como no, por que no le gusta la cena de hoy. Intento no darle importancia y sigo a lo mio, pero detrás viene mi marido harto de discutir por el menú de noche.
Apago el ordenador, hoy no es el día.                         

domingo, 20 de marzo de 2011

P á n i c o

Recuerda aquel día, paso miedo, miedo intenso. Nada que ver con las pesadillas o los malos momentos que su imaginación le había hecho pasar en su niñez.
Miedo paralizante de ese que hace latir el corazón desbocado y afloja los músculos dejándolos sin fuerza. Por el que sudas frío y tragas saliva convulsivamente. El que no te deja pensar con claridad y pone titubeo en las palabras.
Ahora le resulta cómico, no entiende su reacción. Pero esa sensación se quedó grabada en su mente.
Nunca lo ha vuelto a sentir. Ni quiere.
Pero eso, no es una elección.

viernes, 18 de marzo de 2011

Leyendo en blogger

Leo sensacionales micros, llenos de contenido, con los que se podría escribir un libro entero. Perfectamente expresados, con precisión de cirujano, y narrados de tal manera que te sumergen en ellos haciéndote partícipe. A mi entender, obras maestras.

Leo relatos fantásticos, ficción que transmite sensaciones y crea imágenes en el cerebro. Te acomodan en el asiento como si estuvieras visionando una película. Largos textos que se hacen cortos al disfrutarlos y bien podrían ser guiones de cine. Talento, agudeza e ingenio que me crea adicción.

Leo reflexiones filosóficas, con un grado de moralidad inusual, que rebosan sensatez. Elucubraciones encaminadas a mejorar el aspecto más humano de las personas. Palabras cargadas con la fuerza del razonamiento que me hacen recapacitar.

Leo desgarradoras confesiones, melancólicas y románticas. Interpreto a mi manera lo que creo descifrar en las frecuentes metáforas que utilizan. Hay veces que no soy capaz de encontrar el sentido, aunque vea el sentimiento. Siempre me deja perpleja la facilidad de expresar el desazón.

Leo juegos de palabras repletos de destreza y chispa. Inteligentes filigranas, ocurrentes y divertidas. Términos livianos con los que distraer mi mente.


 Y yo...

Escribo chorradas entendibles en un intento de deshacer mi angustia. Como si fuera un exorcismo, me río de mi y de mis circunstancias. Cuento lo que veo, lo que me inquieta. 

En segundos

Era temprano y acababa de levantarse. Los ojos medio cerrados, el cerebro todavía dormido y los movimientos instintivos y torpes, fueron la causa. Enseguida se dio cuenta y puso sus sentidos alerta, despejando su cabeza al instante. Sus ojos se quedaron clavados en ella, siguiendo su recorrido sin pestañear siquiera. Levantó el brazo y movió todo su cuerpo hacia la derecha intentando evitar el desastre. Incluso puso en juego la integridad de su rodilla y de su pié en la empresa, pero todo fue en vano. La jarra de cristal chocó contra el suelo rompiéndose en mil pedazos.

El ahorcado





D E _ A _ _ A D A

_ N T _ L E _ A _ _ _ A

jueves, 17 de marzo de 2011

Tropelía

No tendrán más de doce años y sus miradas dan miedo. Se intuye el pensamiento que hay detrás de la dureza de su gesto. Pelo al cero, botas con refuerzo, pantalones pitillo y tirantes, son su habitual atuendo. Desfilan en familia por las aceras pasando desapercibidos entre la gente. No sonríen ni juegan. Sólo desfilan al son que les marcan sus padres siempre atentos, siempre cerca. Ni hay besos ni caricias. Tampoco discusiones. Serias muecas bastan para conseguir su propósito. No salirse nunca de la fila. Mirada al frente, firmes y bien peinados recorren las calles al unísono. Nunca fueron niños y nunca lo podrán ser.

martes, 15 de marzo de 2011

Días felices

¡¡¡ Que felicidad !!!  Hoy es un día de esos en los que me alegro de ser mujer. Brilla el sol, he dormido de maravilla, el optimismo me acompaña y me encuentro guapa, es más, espléndida. La fuerza que me proporcionan estos días tan especiales, me hacen ver el mundo de otra manera, color de rosa. Las personas se vuelven más humanas y siento renovado el lazo con mis homónimas. La verdad es que también noto la felicidad de los demás, como si les hubiera contagiado mi energía positiva. En mi cabeza no hay espacio para las preocupaciones y hasta las molestias físicas han desaparecido. El almidonado vecino que ni siquiera me mira, hoy me da los buenos días con jovialidad. La calle huele a flores y disfruto viendo a los niños jugar mientras camino tranquila hacia el trabajo. Los amargados colegas de oficina,que en cualquier otra ocasión saludarían con una mueca, sonríen mientras me invitan a participar en su animada conversación. Mi jefe me felicita por mi buen trabajo y anuncia un aumento general de sueldo, sin discriminación de género. Salgo a mi hora del curro, radiante y animada en compañía de un grupo de camaradas con los que me dirijo a tomar unas copas  al bar de abajo, al que nunca voy. Risas y charlas despreocupadas nos animan hasta altas horas de la noche. Pido un taxi para volver a casa, un día es un día. Cuando llego, me paro a pensar en el maravilloso día y sonrió sabiendo que aún me quedan cinco más como este. Suerte que soy mujer y tengo la regla, para poder disfrutar de la vida por lo menos seis días al mes.

Educación

Observo un escaparate, una apresurada mujer tropieza conmigo.
- Perdón- suelto sin pensar. 
Me clava una mirada inculpadora mientras recoge los folios esparcidos por el suelo. 
La ayudo y con una sonrisa me vuelvo a disculpar, tuerce el gesto y sigue su camino.
¿ Pero que...  ?
Voy a entrar al kiosco justo cuando un hombre va a salir, le cedo el paso sujetando la puerta y sin mediar palabra, él y otras tres personas cruzan el umbral.- De nada- mascullo con ironía.
-Buenos días- le digo a el dependiente que ni se digna a mirarme.
Me despido dando las gracias, con la callada como respuesta.
Regreso a casa y la vecina, que me ve venir, me cierra la puerta del portal en las narices y se va.
¡Será ma...   !
Al fin en casa.
-Hola...holaa-, me acerco a la sala y grito -¡HOLA!-, hola hola, me contestan alucinados.
¡¡ Me cagrr en lag edugrrr de mierda !!

lunes, 14 de marzo de 2011

TRIO

Años de convivencia, de juegos, de compañía, de peleas y reconciliaciones, de risas y  tristezas compartidas. Niños, adolescentes y adultos.

Apoyo incondicional y cariño por encima de las diferencias. Abrazos intensos con sonoros besos. Riñas caóticas con finales felices. Colegio, instituto y trabajo.

Amigos comunes y de cada uno, juntos y por separado, diversión desenfrenada y rutina cotidiana. Largas conversaciones y cómodos silencios.Parques, bares y morada.

Vidas independientes y unidas, en los buenos y malos momentos. Hermanos, colegas y amigos.

Siempre en compañía aunque no estén próximos. Disfruto viéndolos unidos, cercanos y cómplices.

Me quedo con dos de ellos, los necesito y los quiero.

domingo, 13 de marzo de 2011

Por los pelos

Juan Francisco Casas (dibujo a boli)
Llegó el día, la verdad es que no estaba preparada aunque no podía alargarlo más. Interminables escusas fueron aplazando el momento. Preparó con esmero la ropa, lo que le llevó tiempo, decisiones difíciles para momentos tensos. Camiseta, vaqueros, deportivas y chaqueta, al final se decantó por lo de siempre que era lo que le hacía sentir cómoda. Sabía que en cuanto cruzara la puerta, las miradas examinarían curiosas todo su atuendo. Definitivamente prefería estar cómoda. Demorando lo inevitable, en vez de la habitual ducha se preparó un relajante baño, con espuma, sales, aceite...los aromas se mezclaban y resultaban un poco cargantes, nada, no era capaz de relajarse. Ya vestida, se miró al espejo esperando encontrarse...¿ estupenda ? puff no, con verse bien le bastaba. Salió de casa a la carrera, ¿ a que al final llegaba tarde ?, lo que faltaba. Cruzó la calle casi sin mirar y aceleró el paso todo lo que pudo. Ya veía la puerta de entrada, lo malo es que con tanta prisa había empezado a sudar ¡ mierda !. Paró en seco y recuperó el aliento unos segundos, no quedaba tiempo, pasaban diez minutos de la hora. Tragó saliva, empujo la pesada puerta de cristal y las cabezas de los presentes se giraron, sabía que pasaría y estaba preparada. Una sonriente empleada la acomodó en la pequeña sala de espera, sin borrar la mueca afable le reprochó la falta de puntualidad y comentó, muy aguda, el calor que hacía. ¡ Vaya hombre...! Intentó no pensar en nada mientras esperaba y cogió una revista. La duquesa  ¿¿?, el noviazgo de ¿¿??, cerró la revista, preferiría haber llevado un libro, pero con las prisas lo dejó en casa. La encantadora empleada de antes se asomó y la llamó por su nombre. Traía una bata blanca en la mano que le ayudó a ponerse, ya no había marcha atrás. Cuando se sentó en la cómoda butaca se acercó el estilista, vamos el peluquero de toda la vida y preguntó como lo cortaría esta vez. -Lo de siempre- contestó ella.
¡¡ Como odiaba cortarse el pelo !!

viernes, 11 de marzo de 2011

D.I.P.

Leyendo esta mañana la entrada de un blog, me vino a la cabeza lo absurdamente caro que resulta morirse. En este momento no podría permitirme ese lujo. Aunque en realidad la papeleta de asumir gastos les toca a los que se quedan, los siguen vivos. Doble putada para ellos, llorar por la pérdida ( en el caso de que alguien te llore ) y encargarse de lo que conlleva deshacerse del cadáver.

Si eres religioso el precio se eleva considerablemente y es que el cielo tiene un precio muy alto. ¿ Será la especulación inmobiliaria ? Si además quieres ostentación y utilizas los servicios que te ofrece el tanatorio, velatorio, ataúd de alta gama, misa, entierro con lujoso panteón, lápida de mármol... El costo se pone por las nubes.

Si te decides por la incineración, suele salir más económico, todo depende de los extras que elijas. Pero aún en el caso de escoger el paquete más económico, barato lo que se dice barato, no te va a salir.

Otra posibilidad sería donar el cuerpo a la ciencia, pero tiene que darse el caso de que esta lo acepte. Yo probaré por si acaso...

La opción de contratar un seguro de vida, o más bien de muerte, es una ayuda sobre todo para los que tendrían que rascarse el bolsillo en caso de que te de por morirte y además te permite pagarlo en cómodos plazos y así el presupuesto del mes se resiente menos. Tendré que pensarlo muy seriamente.

Con todo esto, he tomado la decisión de no diñarla de momento.

Congoja

Paseaba tranquila por la orilla del mar, escuchando mi música y sintiendo su olor. Iba distraída y no me fijé que me internaba en una cueva, hasta que la oscuridad se hizo latente. Era imposible ver nada y decidí dar media vuelta. Cuando desandaba mi camino, me fijé que en la lejana luz que dibujaba la entrada de la gruta, se perfilaban un montón de siluetas. Continué avanzando hacia la claridad y al acercarme las figuras se tornaban más claras, ¡ redondas ! totalmente circulares. Creí que mis ojos me engañaban por la negrura que me rodeaba. Pero no. Un grupo de esféricas *O* cortaba el paso. Me quité los cascos y froté la cara, con la esperanza de que fuera mi imaginación pero un bullicio me alertó de que no era así. Con paso firme casi militar, se abalanzaron sobre mi, la diferencia de peso me hacía vulnerable, pero me concedía una ligereza que me sirvió para esquivar la embestida y correr hacia la obscuridad de la caverna. Huí sin mirar atrás hasta que los pulmones me dolían y el corazón salía por mi boca. El silencio era desconcertante, pues sentía que no estaba sola. Extendí los brazos intentando tocar algo y mis manos se enredaron el una tela suave y fría que me envolvió poco a poco todo el cuerpo. Casi no podía respirar y me caí al suelo propinándome un doloroso golpe en la espalda. Echando mano de las últimas fuerzas que me quedaban, abrí un agujero para que entrara oxígeno. Al mirar por él distinguí una sombra alargada,-¡¡ joder!!- era el armario de mi dormitorio. Rodé por el suelo y me liberé de mi atadura , de mi ¿sábana?. Me senté en la cama y observé la placidez con la que dormía mi acompañante. Respiré aliviada. Sólo era un sueño...                                                              

                                                                     ¿¿ SÓLO??

jueves, 10 de marzo de 2011

Naturaleza Sabia

La naturaleza es sabia.

Anne Geddes
Cuando eres padre y ves por primera vez el rostro de tu hijo, pequeñas manitas que se aferran a tus dedos, el calor de su cuerpecito, tan delicado, la suave piel, la perfección de su diminuto rostro. La ternura que despierta, hace que lo mires durante horas y que un gesto casi inapreciable te tatúe una sonrisa en la cara. Los primeros pasos, los balbuceos donde adivinas palabras. El día que con claridad dice - mamá -, los juegos, las caricias.

Lo llaman " El milagro de la vida" y es que...

Si un buen día sonara el timbre de la puerta y al abrir encontraras a un adolescente que con la mejor de sus sonrisas te dijera, - Hola mamá, soy tu hijo-, sentirías un escalofrío por todo el cuerpo y lo más probable es que le cerraras la puerta en las narices.

Decididamente la naturaleza es sabia.



miércoles, 9 de marzo de 2011

*PESQUISA*

Este espacio de experimentación, en el que una misma puede ser otra, es un agradable juego.
Deseaba ser anónima y contar lo que me apetecía.
Pedí ayuda a los más cercanos y tanteé a los que ya estaban aquí.
La complicidad de unos pocos me permitió emprender el camino aportándome su apoyo.
El ser desconocida me daba una libertad más grande y me proporcionó opiniones más objetivas.
Los relatos, aunque poco refinados, son muy míos.
Espero no haber decepcionado a nadie ocultando deliberadamente mi identidad.

Tienes mi cariño y lo sabes.

Te pedí tu ayuda y sin saber quien era me la diste, eso dice mucho de ti. Te dediqué una entrada pensando que lo entenderías. Me gustaría que recibieras mi gratitud. Si necesitas algo...dímelo.


 




Un abrazo de los de verdad.

El orden normal

Al cubrir los impresos para casarse, por que lo hizo ella, deliberadamente puso su nombre, donde indicaba 1º cónyuge y el de su pareja ( varón ) donde indicaba 2º cónyuge.
Cuando la juez ( era una mujer ) hizo las pertinentes preguntas, empezó por preguntarle a él, eso si, antes se encargó de darles un bonito listado de deberes y obligaciones haciendo hincapié en la igualdad.
Al levantarse a firmar, como mandan los cánones, se le cedió a ella muy caballerosamente el turno ( a lo que no puso ninguna pega, hoy por mi, mañana por ti ) y se le ocurrió preguntarle irónicamente a "su señoría" si habría algún problema en que firmara primero.
La juez la miró  poniendo cara de poker y
contestó que no importaba, que "el orden de los factores, no alteraba el producto".
Ya !- masculló ella entre dientes, sonrió con cinismo y firmó, al fin y al cabo era el día de su boda y no quería malos royos.
Acto seguido entregaron el libro de familia ( pudo ser fruto de la casualidad )  directamente a las manos del marido. Al abrirlo, el nombre del 1º cónyuge era el del varón -¡¡ Coño !!- se sintió como la segundona de mi propio matrimonio.
Se dirigió de nuevo a la juez explicándole su intención al cubrir los impresos de solicitud. -¡ Toca narices !- Pareció que iba a decir "la togada" pero, con mucha seriedad, le explicó que era lo "normal" aunque si lo prefería podía solicitar que lo rectificasen, por supuesto, en otro momento -¡ Anormal !- Le faltó concluir.

martes, 8 de marzo de 2011

En este momento Si

Sus preguntas suelen ser muy directas, en ocasiones me desconcierta, pero si no soy rápida se multiplican, poniéndomelo más difícil. Por eso he aprendido a agilizar mis contestaciones, meditándolas lo justo para que sean coherentes.
En su linea fue al grano, ¿estás contenta con tu vida?. Rápidamente le contesté que si, sin pensarlo dos veces. Me miró sonriendo y me di cuenta de que no sería suficiente. ¿si?¿eres feliz? . La cosa se complicaba, menos mal que realmente me lo preguntaba en un buen momento si no tendría que mentir y prefiero no hacerlo. Si, volví a decir convencida, soy feliz con mi vida. Me dio un abrazo y siguió con su lectura. Ufff...
Por supuesto no le aclaré que era en ese preciso momento, no le quiero fastidiar la infancia, quizá mañana no sea así, incluso hoy si las cosas se tuercen de pronto. Tampoco pienso mucho en ello, vivo al minuto y lo disfruto cuanto puedo.

Primer Manifiesto Feminista

Declaración de Seneca Falls (Nueva York)  1848

-Que todas las leyes que impidan que la mujer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia le dicte, o que la sitúen en una posición inferior a la del hombre, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y, por tanto, no tienen ni fuerza ni autoridad.

-Que la igualdad de los derechos humanos es consecuencia del hecho de que toda raza humana es idéntica en cuanto a capacidad y responsabilidad.


Dos de los doce puntos de los que consta la Declaración.

Y todavía estamos en ello... 

domingo, 6 de marzo de 2011

Es sólo un recuerdo


Conocían muchos de los efectos, los habían vivido. Sus llamativos nombres les hacían gracia "dragón rojo" "micro punto azul" "panoramix"...
Los probaron mejores y peores, incluso algunos ni siquiera eran. Siempre pasaban por los mismos estadios: incertidumbre, reacción, euforia, desconcierto y por supuesto bajón.
Los hubo salvajes, dulces, decepcionantes y geniales. Algunos incluso alucinógenos, los menos.
La gran mayoría les llevaban a una carcajada sin fin, sin más, reír por reír y no poder parar. 
En el recuerdo quedan aquellas noches, las agujetas en mandíbula y estómago y las largas resacas que les producían.

sábado, 5 de marzo de 2011

Un varón Singular

Es un hombre extraordinario.
La educación que recibió, rígida y sexista, la que en esos años llevaba a las iglesias riadas de devotos católicos, la que exigía unos refinados modales acompañados de una actitud clasista aterradora, la que excluía del sistema educativo a los menos pudientes y censuraba todo lo que se desviaba un ápice de las normas establecidas, oprimiendo las ideologías políticas y filosóficas y castigando la rebeldía incluso con la cárcel, no consiguió calarle muy profundo.
Lo mamado durante la infancia y la adolescencia se quedó en la superficie.
Su inquietud por la lectura le descubrió realidades muy diferentes a las que le habían enseñado como únicas e inamovibles. Empezó a escoger los libros que llegaban a sus manos y esa selección le abrió los ojos definitivamente. Se subscribió a editoriales, en ese momento ilegales y los tomos que le enviaban bajo títulos encubiertos fortalecieron sus convicciones.
Estaba preparado para confrontarse con la sociedad y con su familia, que era incluso más difícil para él. Su carácter dialogante no sirvió de mucho ante la cerrada mente de su padre, con el que las discusiones eran continuas. La decisión estaba tomada y ni siquiera el cariño y respeto hacia su progenitor cambiaría esto. Aprendió a ser moderado, a medir sus palabras y empezó a actuar de acuerdo a sus ideales.
Su círculo de amistades era variopinto y enseguida se centró en aquellos con los que coincidía en pensamiento, sin desterrar a sus verdaderos amigos, aquellos incondicionales con los que no importaba discrepar, los que le querían sin más.
Desde entonces a sido fiel a sus ideas. Madurando,estudiando y comprendiendo. Sus aliados los libros, se cuentan a cientos en los estantes de sus librerías. Son sus tesoros, los viejos y los nuevos, los de filosofía, sociología, política, novela, historia...sobre todo los de historia, su pasión por excelencia.
Esta maduración ha sido en todos los sentidos,desde los más profundos a los más cotidianos. Convencido de la igualdad de género, no dudó en ser independiente y aprender a valerse, en la casa cocinando, planchando, limpiando... y con la familia, dedicado y cariñoso padre, para el que cambiar pañales o dar de comer es tan importante como jugar o enseñar.
Su alto nivel ético es ejemplo por donde quiera que va y su gran virtud la inagotable paciencia.
Es un hombre extraordinario.

jueves, 3 de marzo de 2011

Restableciendo la armonía

Ya de niña lloraba mucho, recuerda con claridad la sensación de tristeza que sin razón aparente se apoderaba de ella.
Aun sin motivo, las lágrimas brotaban sinceras, sentidas.
Ningún recuerdo fatídico golpeaba su mente.Ni imágenes, ni tormentos. Era pena, por nada y por todo. Pasó muchos momentos de su vida dando rienda suelta a esos llantos, que en soledad, consideraba mas suyos.
El sollozo no duraba mucho tiempo, respiraba hondo hinchando su pecho al máximo, secaba la humedad de sus ojos y la sensación de alivio era inmediata.
Pasado el reparador lloriqueo solo precisaba de un suspiro para volver a su habitual vivacidad.

La puerta negra


La ventana estaba abierta y la curiosidad hizo el resto. Se planteaba un juego que era un reto apetecible y sin pensarlo dos veces empezó a recorrer los laberintos de pasillos y puertas. En principio la cautela no dejaba mucho movimiento,las puertas cerradas reducían el espacio a los largos y recargados pasillos. Repetidas idas y venidas por ellos acabaron conduciendo a una última puerta, negra y tentadora. Dudaba si sería apropiado abrirla. Pensó en girar el pomo y cerciorarse de que no podía entrar,pero sin darse cuenta,por pura rutina,golpeó con los nudillos en espera de contestación. Nada. Nadie respondía al otro lado. Impaciente golpeó con más fuerza y según lo hacía,escuchó una voz lejana preguntar quien llamaba. Desechando responder un "yo"le salió del alma "¿podría ayudarme?". Otra vez silencio. Sintió acercarse unos pasos con ritmo,seguros y el pomo empezó a girar. Esos segundos erizaron su piel,¿sería bien recibida?,el corazón palpitaba fuerte y sus piernas temblaban. Tras la puerta asomó una sonrisa y una mano ofrecida para estrechar la suya. Respiró hondo e intentó que no se notara su nerviosismo. Conocía ese rostro y la vergüenza ruborizo sus mejillas. ¿Que puedo hacer por ti? preguntó amablemente. No la había reconocido. Tragó saliva y mintió "no se como continuar mi camino¿me indica por favor?". Sin dejar de sonreír le indicó una pequeña puerta verde,por donde salir del laberinto. Al marchar le dio las gracias, pero no le confesó su osadía.

martes, 1 de marzo de 2011

De acero

Maldigo las veces que me contuve,que no repliqué.Sabía que seria mi derrota,el final.
En los años que duró no me sirvió de nada mi fortaleza,ni física ni mental.


Comencé atacando sin piedad,incluso sin razón.Mi lengua viperina surgió desbocada y no la frené.
Después vino la duda, mis palabras se tornaron cínicas,irónicas.
Para cuando me percaté de mi error ya era demasiado tarde.No entendían la doblez.
Y empecé a callar, a no escuchar, me aislé.Sentí lo que ocurría y lo consentí.No actué.
Me rendí y la espera de la caída se hizo eterna.


La decisión fue mía.Sólo me arrepiento del silencio,del recato.

Irrealidad

Me despertó el timbre de la puerta.Cuando me contó las malas noticias mi estómago y mi corazón se retorcieron.
Estaba soñando con él.Hacía mucho que no le extrañaba a pesar de que su recuerdo siempre me era grato.Y precisamente hoy...
Esa prolongación ficticia de la vida que el cerebro crea en los sueños, me deja asombrada en muchas ocasiones.
Aunque soy una incrédula convencida,sentí como si ese sueño fuera una despedida.O es lo que quise sentir.

Estados

Duda
Desidia
Depresión
Impotencia
Impulso
Ira
Dolor
Defensa
Decisión


Calma

Pereza

      "Los amigos son esas personas que te preguntan como estas y escuchan la contestación"



Hubo momentos en los que conversar con personas a las que no conocía era fácil.Cuando cambié y cual fue la causa es algo que todavía no tengo claro.
Hubo un tiempo en el que en horas surgía una complicidad con extraños a los que no volvías a ver.Ahora me cuesta tenerla con gente a la que conozco desde hace años.
Hubo muchos amigos en mi vida,compañeros de juegos,de juergas,de trabajo.Amigos de amigos que pasaron por mi vida y se desvanecieron.
Hubo años de calma y otros de ajetreo agotador.También soledad en compañía y soledad absoluta.
Hubo tanto y tan poco.
Hubo amistades para toda la vida,las que me acompañaron en malos y buenos momentos.Esas que aún están ahí.Las que me importan.

 No se si mi capacidad para conectar con los demás estará demasiado dormida o simplemente será pereza.