Dejó pasar unas cuantas, hasta que en el horizonte apareció la que añoraba, la ola perfecta. Cuando estuvo bajo él y sintió como le elevaba, empezó a remar de nuevo, rápido, con fuerza.
Una vez en la cresta tomo impulso y de un salto se puso de pie en la tabla. Esa era, sin duda, la ola perfecta. Sintió la velocidad en su cuerpo, la espuma y el aire acariciaban su cara, volaba. Los movimientos de su cadera dibujaban eses en la pared vertical de agua.
Su tabla llegó a la arena impulsada por la resaca. Él no volvió, lo dejó toda para irse con ella, su deseada ola perfecta.
Como me gustan tus relatos¡ tanto la espero,que ella se lo llevo.
ResponderEliminarBesos
es que si era perfecta para qué volver?
ResponderEliminarYo hubiera hecho lo mismo, sin dudarlo.
ResponderEliminarUn beso o 2 !
pd: a mí también me gustan mucho tus relatos.
Eso se carga media filosofía surfista.
ResponderEliminarSi la tienen.
Esta historia me recuerda un poco a la de los alpinistas, que no dudan en dejarse la vida haciendo lo que mas les gusta. Tiene que gustarles mucho, muchiiiisimo
ResponderEliminarY es que, que nos queda despues de la perfeccion? la mediocridad?
Prefiero ser defectuosa...para poder seguir mejorando...? No creo que nunca llegue a la perfeccion, pero lo tengo mas que asumido.
Besos suaves, amorosos y calidos... = perfectos?
Si era perfecta para él, hizo bien.
ResponderEliminarUn beso, Joplin
Qué muerte tan bonita.
ResponderEliminarSi realmente era la perfecta...
ResponderEliminarGracias Scarlata y Eleanor.
Si, Torcuato, Javi y Trapecista, es una suerte tenerlo tan claro y encontrarlo.
¿Filosofía surfista?, Hombre de Alabama ¿Todos la misma?
Mandandomelos tú, son perfectos seguro Anonimada.+Besos
Salud.
La perfección no existe, pero solo el hecho de considerarla así es suficiente, al menos para mi.
ResponderEliminarMuy bueno Joplin!
Salud!!!